Cuando acaba un contrato de arrendamiento siempre hay que firmar un nuevo contrato, igual que se hace al inicio del alquiler.
Los derechos de arrendador y de arrendatario están en juego.
Lo más importante para el casero es saber que la vivienda se entrega tal y como se entregó, de tal forma que se pueda devolver la fianza íntegramente.
No obstante, hay veces que las cosas son acaban como empiezan y existen difentes opiniones de dueños e inquilinos.
Hay que dejar claro si existen daños en la vivienda, si se deben suministros o rentas, si se devuelven las llaves…