Dejar un inmueble en alquiler es poner años de duro trabajo y sacrificio en manos de un inquilino a quien no conoces, confiando en que te pagará la renta y te cuidará el piso.
Son dos condiciones sencillas, pero a veces no se cumple ni la una, ni la otra.
Años de experiencia nos hacen sabedores de la angustia de los propietarios.
Podríamos escribir varios libros sobre las excusas de los inquilinos para justificar sus impagos de alquiler.
Cuando se les acaban, directamente o no te contestan, o se enfrentan a ti con malos modos.
No te preocupes, aquí sabemos como lidiar con ese problema con rapidez y contundencia para conseguir que recuperes tu vivienda y que te paguen lo que te deben.