Es muy recomendable que las firmas del dueño y del inquilino se encuentren plasmadas en todas las hojas del contrato y no solamente al final.
Del mismo modo también es importante que cada hoja del contrato se encuentre enumerada.
Recuerde esa frase que dice «el diablo está en los detalles«.
También han de estar identificados perfectamente las partes, con su nombre completo, dirección, dni, y, si cabe, teléfono móvil y e-mail.
Tenga en cuenta que si la vivienda está a nombre de una empresa, será ésta la que deberá estar en el contrato con su representante legal.