Como casi toda actividad en la vida, alquilar tu casa supone un riesgo.
No todas las personas son iguales, y hay inquilinos que pueden hacerte pasar un mal rato
No son puntuales en el pago de la renta, generan problemas con los vecinos, no te cuidan el piso, hacen fiestas, subarriendan habitaciones sin tener permiso, hacen ruido por la noche, tienen un perro que no para de ladran…
¿Que hacer entonces?
Opciones con un arrendatario conflictivo
1) Intentar negociar un acuerdo con tu arrendatario. Muchas veces, es misión imposible.
2) Envío de un burofax a través de su despacho de abogados. Esa comunicación debe ir con acuse de recibo y con certificación de contenido, indicando las molestias que está causando en el vecindario y solicitando el cese de dichas actividades molestas, de lo contrario, se tomarán medidas legales.
3) Presentar una demanda de desahucio con resolución de contrato.
Causas para echar a tu inquilino
No pagar el alquiler. El motivo principal
No pagar la fianza o su actualización.
Subarrendar el piso o habitaciones.
Causar daños en el piso o realizar obras no consentidas.
Realizar actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas dentro de la vivienda.
No usar el piso como vivienda pricipal
Tener mascosas.
Que el dueño necesite el piso
Qué necesito para echar al inquilino
Lo primero tener una causa legal para desalojarlo.
Lo segundo, buscar un abogado, si es especialista en desahucios express, mucho mejor.
Documentos para demandar a mi inquilino
El principal es el contrato de alquiler.
Si le ha enviado un burofax, copia del mismo.
Movimientos bancarios que demuestren el impago de rentas.
Un desahucio suele tardar de media entre 4 o 6 meses, aunque hay factores que pueden determinar su rapidez o su lentitud.
Factores a tener en cuenta:
- El letrado.
- El juzgado.
- El poder general para pleitos.
- El burofax
Estos precios son válidos para desahucios por impago de rentas. Para desahucios por impago cuya renta de alquiler supere los 650 €/mes, consúltenos.
Para desahucios por precario, por finalización de plazo de contrato, desahucios por rentas antiguas, necesitar la vivienda para el propietario o un familiar, desahucios por actividades nocivas, insalubres y peligrosas, por subarrendar habitaciones, negociaciones extrajudiciales, incumplimientos de contrato y okupaciones ilegales, consúltenos.